ADAPTACIÓN DE UN CUENTO FOLCLÓRICO PARA INFANTIL
En primer lugar, la literatura Infantil es una
producción tanto oral como escrita, en este caso, en dicha actividad hablamos
de una producción oral, que esta compuesta para desarrollar la fantasía,
imaginación, creatividad, sensibilidad, conocimiento y adquisición de la lengua
infantil en los niños. También debemos tener en cuenta otros aspectos a la hora
de contar un cuento como el ritmo, expresión corporal, coordinación,
movimiento, etc…
El cuento que voy a adaptar está basado en la historia
“la piel de oso” de los hermanos Grimm.
Mi
adaptación la he realizado pensando en niños de edades comprendidas entre los 5 - 6 años, ya que a mi parecer es una edad
muy buena y adecuada. Los niños a estas edades tienen mucha imaginación
y pueden recrear las historias en su mente.
Además, a estas edades, los niños
son capaces de realizar un ordenamiento cronológico de los sucesos y acciones,
es decir, podrán comprender y ordenar las escenas que vayan sucediendo en la
historia contada. Su lenguaje se va perfeccionando, por ello debemos hacer
hincapié en estimular su interés por la literatura, para así también ampliar su
vocabulario.
A estas edades debemos tener en cuenta que les fascinan los
cuentos clásicos, llenos de fantasía y magia, con personajes con nombres
propios y que tenga un desenlace final.
Es un cuento muy atractivo, ya que
trata de una aventura que mezcla la realidad con acciones mágicas, que esto será
más impactante para ellos y captará mejor su atención. Además, a estas edades
empiezan a comprender algunos valores como el castigo y la recompensa.
A la hora de adaptar cuentos,
debemos tener en cuenta la edad de los niños a la que va dirigida, desde mi
punto de vista la mejor edad para adaptar este cuento, sería para niños de 5-6
años. Esta característica se puede encontrar y confirmar en el desarrollo
evolutivo del niño a esas edades.
He cambiado algunos aspectos de la historia, son los
siguientes:
·
En primer lugar, he puesto nombres
propios a todos los personajes de la historia, ya que para los niños es mas
fácil de identificarlos.
·
He modificado el planteamiento de la
historia, debido a que no me parecía adecuado algunos aspectos de ella para
niños de infantil, como por ejemplo, que el protagonista de la historia hubiera
estado presente en una guerra, o que sus padres habían fallecido, y que sus
hermanos le impedían la entrada en su casa.
·
Del
nudo he cambiado también algunas cosas que no me parecía adecuada con la
lectura para infantil, por ejemplo la parte en la que el hombre matase al oso
para demostrar su valentía, es decir, he intentado suavizar algunas escenas
innecesarias para la continuidad de la historia. Pero he defendido y mantenido
el hilo conductor de la historia, para que permanezca la intriga y el interés
hasta el final de ella.
·
Del
desenlace lo único que he modificado es la parte del suicidio de las hermanas, ya
que a mi parecer estaba fuera de lugar, cambiándolo por el enlace de éstas con
el “Gnomo”. Es decir, he intentado basarme en una historia en la que nadie
muere, es muy similar a la original pero he pretendido evitar estos
acontecimientos para que no sea una historia cruel a ojos de los niños.
·
Por
ultimo, en cuanto a los personajes, sólo he modificado el personaje del Diablo
y las intenciones que tiene, ya que no me parecían muy correctas y lo he
sustituido por un “Gnomo” cuyas intenciones eran convertir al muchacho en su sumiso
para el resto de su vida.
Desde mi
punto de vista el demonio es un personaje posiblemente demasiado oscuro para una
lectura del aula de infantil, por este motivo he cambiado el personaje. Respecto
al resto de personajes los mantengo más o menos iguales o similares, he hecho
algunos cambios durante el transcurso de la propia historia.
La
información de algunos aspectos que he modificado puedes encontrarlos en los
siguientes enlaces:
Con todo
esto, procedo a contaros mi adaptación al cuento original “El hombre de la piel
de oso”.
Había una vez, hace muchísimos años,
en un pueblo muy lejano, un joven llamado Alejandro. Era un chico guapo y
fuerte que decidió marcharse de casa para participar en todo tipo de aventuras,
de conocer el mundo, y conseguir algo de dinero por sí mismo, y si tuviera
suerte, encontrar la mujer de mi vida.
Pasaron muchos años y el joven se
cansó de buscar aventuras, de conocer el mundo e intentar casarse con alguna
mujer ya que no había conseguido casi nada de dinero en todo este tiempo que
había estado fuera de casa. El joven cansado y agotado, decidió volver a su
casa, con la intención de buscar trabajo en su poblado y así poder vivir
tranquilamente en su casa con su familia.
Su familia esta formada por su mamá
que se llamaba Alicia, su papá que se llamaba Alaín y sus dos hermanos Alba y
Aldo.
Al llegar a su casa, llamó a la
puerta, esperando que su familia le acogiera con gran entusiasmo, volvió a
llamar, esperó unos segundos y se abrió la puerta, pero, quien abrió la puerta
no era ni sus padres ni ninguno de sus hermanos, sino un anciano, al que nunca
había visto. y le preguntó:
-Perdone señor, esta es mi casa, la
casa de mi familia ¿Sabe usted dónde están?¿Los ha visto?
El anciano le contestó:
Sí, conocí a tus padres hace unos
años, nos vendió la casa a mi mujer, a mis hijos y a mí, porque no tenían
dinero para tanto gasto y mantenerla, me hablaron de ti, Alejandro, estaban muy
preocupados ya que como no sabían escribir no podían enviarte ninguna carta
explicándote lo que sucedía. Me dijeron que si su hijo volvía a casa le hiciera
saber que su familia se había tenido que mudar a un pueblo cercano de allí, ya
que su padre y su madre había encontrado un trabajo digno, para poder comprar
una nueva casa y cuidar de sus hijos hasta que se hicieran mayores de edad. Mi
consejo es que encuentres un trabajo, una casa, ya que ésta ya no es tuya, sino
de mi familia.
El pobre chico asumió la noticia y
empezó a buscarse la vida. Recorrió distintos pueblos buscando trabajo, pero nadie quería dar
trabajo a un chico con ese aspecto y sin experiencia en nada ya que nunca había
trabajado de nada, ni ayudado a sus padres, solo había pensado en él y en vivir
aventuras.
Pasaron los meses y el joven no
encontraba trabajo, pedía dinero y comida por las calles. De repente, de lejos vio venir a un caballero vestido
de verde. Cuando éste paró ante Alejandro, se dio cuenta de que se trataba de
un caballero elegante, de clase y con riquezas, pero en la cara tenía algo
raro, unos rasgos muy raros, se parecía un poco como al de un animal. Alejandro
confuso se quedó perplejo, y el caballero se acercó y le dijo:
- ¿Te puedo
ayudar?
- Pues
depende, depende de lo que me vaya a costar esa ayuda, dijo el joven extrañado
y asustado.
- El
caballero contesto: Nada. Te puedo ofrecer hacerte el hombre más rico del
mundo, a coste de nada.
- El
muchacho alucinado, le dijo que le dijera las condiciones, que era muy raro
todo, que no se fiaba, porque no le conocía de nada.
-El
caballero contestó: antes de saber si eres merecedor de este dinero, necesito
saber si eres valiente o un cobarde.
Entonces
Alejandro se sintió furioso, y le dijo: cómo podía ser cobarde un aventurero
que se había marchado de casa a muy temprana edad, sólo con la intención de
buscar aventuras sin la ayuda de nadie, es de ser valiente. En ese momento se
levantó y dijo:
- ¿Dónde se
ha visto eso?,¿Aventurero y Cobarde?
- El caballero,
con una sonrisa muy burlesca, le dijo:
- ¡Veamos si
es verdad!, ¡date la vuelta!
Cuando el
muchacho se dio la vuelta se encontró un oso enorme que había salido de la
nada, era enorme y se estaba abalanzando sobre él. Alejandro se puso en
posición amenazante de frente al oso, hizo un rugido impresionante y agitando
los brazos consiguió espantar al oso.
- El
caballero le dijo:
- Muy bien,
creo que me has demostrado que no eres un cobarde y veo que sabes defenderte y reaccionar. Ahora
te voy a poner unas condiciones y si las aceptas firmamos nuestro trato y no sé
si te habrás dado cuenta de qué soy.
En ese
momento el caballero chasqueó los dedos y se convirtió en un Gnomo vestido con
los mismos trajes que llevaba el caballero, por lo que ahora al convertirse en Gnomo
le quedaba todo enorme. El joven fascinado por la transformación le preguntó
que si le podía pasar algún peligro aceptando ese trato.
-Depende de
lo útil que seas, si eres capaz de vencerme, tú quedarás libre, sino, tendrás
que ser mi siervo para el resto de tu vida. - le contestó el Gnomo.
El joven le
dijo: bueno pues dime cuales son las condiciones.
A lo que
contestó el Gnomo - Pues verás yo te voy a dejar este traje que yo llevo
puesto, es un traje mágico, cada vez que
metas las manos en los bolsillos podrás sacar puñados de monedas de oro, y podrás
sacar todas las veces que quieras.
Entonces el
joven preguntó- mmm, pero entonces ¿Qué tendría que hacer a cambio?
- No tendrás
que hacer nada a cambio, simplemente tendrás que vivir durante 7 años en las
condiciones que yo te imponga, 7 años que tendrás que ir vestido con este traje
llevarás la capa que yo te diga que tienes que llevar, no podrás asearte, ni
cortarte el pelo, ni las uñas, ni cambiarte de ropa.. -Añadió el Gnomo.
El joven lo
pensó tranquilamente y aceptó su acuerdo. Entonces el Gnomo se quitó el traje,
se la dio, y el joven se vistió, era un traje verde tan llamativo, tan brillante
y tan rico. Lo primero que hizo fue meter la mano en el bolsillo y cuando la
sacó estaba llena de monedas de oro.
- Bueno pues
aquí tienes tu capa - le dijo el Gnomo dándole la prenda.
Entonces el
joven se dio la vuelta y se dio cuenta de que mientras él se estaba poniendo el
traje, el Gnomo llevaba en las manos una piel de oso parecida a la del oso con
el que se había enfrentado y el Gnomo añadió:
- Esta es la
capa que tienes que llevar, debes llevar una piel de oso puesta y no puedes ni lavarte,
ni cortarte el pelo, ni las uñas durante 7 años.
El joven
aceptó el trato. Si durante esos 7 años el muchacho moría el Gnomo le reviviría
para que fuera su sirviente para toda la vida, si al final de esos 7 años se
mantenía con vida el Gnomo le daría todas las riquezas que hubiera ganado y
acumulado durante esos 7 años y desaparecería de su vida para siempre.
Una vez que el Gnomo se había marchado,
Alejandro empezó a caminar y a buscar cosas en la vida. Lo primero que hizo fue
buscarse una casa para poder guardar dinero para cuando dejara de tener ese
traje.
Los primeros
meses se dedicó, como buen joven que era y aventurero, a disfrutar de la vida,
a tener comida, a tener una cama, a vivir una vida de ricos.
Pero claro,
según iba pasando el tiempo le iba creciendo el pelo, la barba, las uñas,
tampoco se podía lavar por lo que empezó a oler un poco mal y la gente se
apartaba de él. A pesar de eso cuando le empezaron a negar la entrada en los
sitios caros, porque asustaba a los demás clientes, cambió de táctica y se dedicó a ayudar a la
gente que lo necesitaba y cuando veía a alguien que necesitaba dinero, como él
tenía dinero de sobra les daba dinero y le pedía que fuera a algún sitio para
comprar comida para los do, así se evitaba él entrar en las tiendas y asustar a
todo el mundo, y luego les pedía siempre que rezaran a dios por su alma, por su
perdón y porque se mantuviera vivo durante esos 7 años. De esta manera fueron
pasando las semanas, los meses y los años.
Cuando
ya habían pasado 4 o 5 años, el hombre de la piel de oso era una
verdadera bestia, lleno de pelo, sucio, maloliente, además como no le dejaban
dormir en ningún sitio porque nadie le quería acoger en su casa, tenía que
dormir en el suelo, la capa y el vestido estaban sucios, húmedos, era
asqueroso. Ya apenas nadie se acercaba a él y él seguía intentando ayudar a la
gente, pero muchas veces era desde lejos, porque la gente no quería acercarse a
él, como si tuviera la peste.
Un día, buscando donde pasar la
noche, preguntó a un hostelero: ¿Podría pasar aquí esta noche?
El anciano le
respondió un poco dudoso, pero al final le dejo pasar la noche dentro del
pajar.
Escuchó un susurro, bajito, se levantó y se asomó por la ventana, y vio a
un hombre mayor que estaba muy triste y llorando. Le preguntó, ¿Señor, que le
pasa?¿Le puedo ayudar en algo?, el anciano alzó la mirada y le dijo: por
circunstancias de la vida he perdido mucho dinero, he tenido que pedir un
préstamo, y ahora me reclaman el préstamo. Tengo tres hijas que todavía tengo
que casar y lo más posible es que pierda mi casa y mis hijas se quedaran solas,
el anciano estaba destrozado y no sabía qué hacer. Entonces el hombre de la
piel de oso le dijo:
-no te preocupes, yo te ayudaré, ¿Cuánto
dinero necesitas para pagar tu casa? ¿y para volver a empezar tu negocio?
-el anciano contesto cabizbajo:
mucho.
- Pues yo te lo daré -le dijo el
hombre de la piel de oso echándose las manos al bolsillo.
A pesar de que Alejandro daba miedo
y olía mal, lo abrazó y le dio las gracias por todo, y como agradecimiento le ofreció
casarse con una de mis hijas.
Alejandro aceptó, así que se fue con
el anciano a su casa. En la casa le esperaban las tres hijas del anciano, las dos
hijas mayores eran bellísimas, y en cuanto vieron a Alejandro, se comportaron reáceas,
se asustaron y salieron corriendo, pero la hija más pequeña, se llamaba
Azucena, era la más guapa de todas, lo miraba a los ojos y veía que detrás de
todo ese pelo y detrás de toda esa suciedad había unos ojos inteligentes y
bondadosos y los días que estuvo el joven en la casa del anciano la hija
aprovechó para hablar con él. Se fueron conociendo y a la chica le pareció que
era un buen hombre. Él siempre la decía que en unos años las cosas cambiarían.
La chica le preguntaba, pero éste no podía contárselo ya que era una promesa.
Azucena aceptó casarse con Alejandro.
Alejandro se puso muy contento porque los dos estaban enamorados, entonces
Alejandro como símbolo de amor se quitó un anillo de oro que llevaba guardado
en el bolsillo, que era un recuerdo familiar, partió el anillo por la mitad y
le dio la mitad del anillo a Azucena.
Te prometió volver en 3 años, si en
3 años no vuelvo, tendrás que sentirte libre porque nuestro amor se habrá roto
y no se podrá cumplir. Sin embargo si yo vuelvo dentro de 3 años y tú todavía
tienes este anillo y me recuerdas, nos casaremos y seremos felices para
siempre.
La chica se despidió de él con mucha
pena, y las hermanas se despidieron de él con mucha alegría. El muchacho siguió
su camino, siguió ayudando a todo aquel que lo necesitara.
Efectivamente, pasaron los 7 años y Alejandro
volvió a reencontrarse con el Gnomo. Éste llegó convertido en caballero y según
venía de lejos el joven se dio cuenta de que estaba muy enfadado, porque el joven
había conseguido superar la prueba.
- Con mal genio le dijo: devuélveme
mi ropa…
- El joven contestó- Vale, pero
devuélveme mi aspecto.
El Gnomo dijo unas palabras mágicas
y desapareció. El joven volvió a tener su aspecto que tenía antes.
Se fue a su casa para comprobar que
el dinero que había guardado estaba en su sitio, compró un caballo y se fue a
buscar a su Azucena.
Llamó a la puerta y pidió posada
para quedarse a dormir, el anciano enseguida le reconoció y le dio una
habitación para dormir. Cuando llegó la hora de la cena, se juntaron todos en
la mesa, Alejandro se dio cuenta de que Azucena iba vestida de negro, estaba
triste, estaba cabizbaja, y a pesar de que un chico había aparecido, ni siquiera
le había mirado a la cara.
Alejandro se acercó a Azucena y le
entregó la mitad del anillo de oro que tenía guardado en el bolsillo. Ella se
quedó sin palabras, fue corriendo a su habitación y volvió con la otra mitad
del anillo.
Las hermanas que eran muy
envidiosas, salieron de la casa enfadadas, con tan mala suerte que pasó el
Gnomo disfrazado de caballero. Éste se acercó a ellas, y les propuso un trato,
viendo que con mi comportamiento no consigo nada, he decidido dejar de portarme
mal con la gente y empezar una nueva vida, ¿me ayudaríais a cambiar?. Las dos
hermanas se miraron y respondió una de ellas:
- Yo te puedo ayudar a cambiar, dejarás
de engañar a la gente y empezarás a portarte bien con los demás. El Caballero
con mucha seguridad respondió: sí, quiero cambiar y portarme bien, encontrar una
mujer y vivir feliz.
Ella se puso colorada y nerviosa al
escuchar lo que había dicho el caballero. Y a raíz de ayudarlo, se fueron
enamorando poco a poco, hasta contraer matrimonio.
Al paso del tiempo, la otra hermana
también encontró un hombre apuesto y trabajador con el que contrajo matrimonio
y fueron muy felices.
Y colorín colorado este cuento se ha
acabado.